La recuperabilidad es un principio de diseño de interfaz encaminado a prevenir o minimizar el daño que ocasionen los errores que cometan los propios usuarios en su interacción con una aplicación o un sitio web. La recuperabilidad es una premisa del Diseño Centrado en el Usuario, el cual asume que el usuario no es infalible. Por consiguiente, para asegurar la utilidad de una solución tecnológica, es preciso ayudarle a evitar fallos y, en caso de cometerlos, brindarle la posibilidad de restablecer la situación anterior a su acción.
Las técnicas habituales que garantizan la recuperabilidad son las siguientes:
- Confirmación de acciones destructivas
- Proporcionar un recurso para deshacer
- Generar puntos de control