El término control domótico hace referencia al conjunto de sistemas de gestión que permiten automatizar buena parte de los servicios de una vivienda, es decir, supone la integración de la tecnología en el hogar para controlar una serie de servicios que tradicionalmente se gestionaban de manera manual. Muchas soluciones domóticas son controladas a través de aplicaciones con interfaz TUI.
Además, ese control y gestión de servicios se puede hacer de manera remota, de manera que no es preciso estar en el lugar en donde se han implantado soluciones domóticas para su control. Está orientada a mejorar la calidad de vida.
Entre las ventajas que se apunta por los expertos en domótica se subrayan la siguientes:
- Ahorro energético
- Potenciación y enriquecimiento de la red de comunicaciones.
- Seguridad.
- Teleasistencia y ubicuidad en su control.
- Gestión remota de instalaciones y equipos domésticos.
En cuanto a las aplicaciones concretas de la domótica se distinguen en función del área sobre la que se centren. Así, en el ámbito del ahorro energético la domótica permite programar y zonificar la climatización; racionalizar las cargas eléctricas; y gestionar tarifas.
En el ámbito del confort, el apagado de toda la iluminación; la automatización del apagado o encendido en cada punto de luz; la regulación de la iluminación según el nivel de luminosidad ambiente; o la automatización de todos los distintos sistemas, instalaciones y equipos dotándolos de control eficiente y de fácil manejo.
Y, en el ámbito de la protección personal y patrimonial, la detección de un posible intruso; la simulación de presencia, la detección de conatos de incendio, fugas de gas, monóxido, escapes de agua; la alerta médica…